Una noche como cualquier otra, me encontraba con un amigo de
la Universidad esperando el autobús que me lleva a casa, en nuestra charlas
comunes y cuando no hay ningún tema de la Universidad para hablar, comenzamos a
charlar sobre las diferentes chicas, mujeres que por ahí pasaban o esperan también
la ruta que las llevarían a casa, en esa charla vimos una chica que venía con
sus compañeros, es una mujer muy linda y
con una hermosa sonrisa, nos quedamos en silencio.
Cuando al fin llego la ruta, la tomamos, pero quede con la
esperanza de que ojala ella se subiera al mismo autobús, tanta fue la dicha y
sorpresa cuando la veo subir al mismo bus. Ella se subió con una compañera y se
sentaron al paralelo del puesto donde estábamos, con un reto de hablarle o
hacer algo para llamar la atención de ella y que se fijara en nosotros,
lastimosamente no pasó nada ese día.
De ahí en adelante todos los días esperaba en ese mismo
paradero para tomar la misma ruta para volver a verla, algunas veces coincidíamos,
y me trataba de sentar lo más cerca posible de ella, porque cuando ves una obra
de arte que llama tu atención la trata de ver siempre, ella algunas veces se
encontraba sola otras veces acompañada, pero tenía el consuelo de verla.
Los días que se encontraba sola, siempre iba seria sin una
sonrisa, a veces se me ocurría alguna locura para acercarme y tratar de robarle
una sonrisa, pero mi timidez no me lo permitía. Un día me decidí de hablarle y
que Dios decidiera lo que pasara, justo ese día la vi triste a poco de llorar
me partió el alma, la vi bajar de la ruta, por la ventana la seguí mirando con
la cabeza agachada, tome fuerzas y baje del autobús, corrí para alcanzarla
antes de que entrara a su casa, cerca de ella le dije:
-
Yo: Oye!!!
-
Ella: ¿?, Que? Quién eres??
-
Yo: No interesa quien soy, ni yo mismo lo sé,
solo que siempre te veo en la misma ruta
-
Ella: Me estas siguiendo??
-
Yo: No, bueno si, pero no es para hacerte daño, solo que hoy en tu rostro no vi una sonrisa
como siempre.
-
Ella (tomando una posición defensiva y alejándose
un poco): Me asustas sabes, y no te incumbe lo que me pase, ok?
-
Yo: No me importaría sino te hubiera visto, pero
ya te vi así que si, y quiero que en tu rostro se vea una linda sonrisa.
-
Ella: No te conozco, así que adiós??
-
Yo: Y si te cuento un chiste, o si hago lo
imposible posible en estos momentos para lograr que en tu rostro se dibuje una
sonrisa.
-
Ella: Es mejor que te vallas, o empiezo a gritar
y estamos cerca a mi casa y te puedes arrepentir.
-
Yo: Ok, no quiero causar problemas, pero dime
quien te protegerá de esas cucarachas que están detrás de ti.
-
Ella (con fobia a las cucarachas, pega un grito y
avanzan hacia adelante) : Ay!!!
Con ese avance que ella hizo, haciendo usos de mi dotes de
mago, saque una rosa y dije “Mira con esta flor, por ti lucharía contra miles
de monstruos solo por defenderte” y ella hay mismo sonrió y yo la intente
abrazar pero mi timidez no me dejo, y tan solo seguí mi camino, con la
esperanza de volver a verla, en la misma ruta, en el mismo horario, y esperando
que quizás me mire y sonría.